Las cenas navideñas serían mejor al aire libre y la gente debería llevar mascarilla puesta cuando esté en interiores, entre amigos y familiares no vacunados, dijo el jueves la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, mientras su administración se prepara para un aumento de los casos de COVID-19 y de su versión más contagiosa, conocida como variante ómicron.
Levine Cava se abstuvo de instar a los residentes a modificar sus planes de vacaciones durante su conferencia de prensa prenavideña en el centro de pruebas del condado en el Tropical Park. Mientras hablaba, coches y camionetas hacían fila para tomar la prueba de detección de COVID en medio de un aumento de la demanda. Sus comentarios se centraron en las sugerencias para reducir el riesgo de contraer el COVID, ya que hay más señales que apuntan a la creciente propagación de la enfermedad en Miami-Dade y más allá.
“Por favor, lleven sus reuniones al exterior con este hermoso clima. Sabemos que reunirse al aire libre reduce significativamente los riesgos de transmisión”, dijo. “Usen sus mascarillas en medio de grandes multitudes, personas de las que no saben si están vacunadas”.
Levine Cava dijo que no tenía previsto volver a aplicar las normas del uso obligatorio de mascarillas en los edificios del condado, una restricción que puso en marcha durante la oleada de la variante delta en julio y que levantó el 5 de noviembre. Instó a la gente a vacunarse contra el COVID-19 y a recibir vacunas de refuerzo, que según las investigaciones es una protección especialmente útil contra la ómicron.
Aunque los casos confirmados de ómicron siguen siendo raros en Miami-Dade, múltiples indicadores sugieren que el COVID está aumentando rápidamente en el condado más poblado de la Florida, probablemente debido a la nueva variante. El promedio de siete días de pruebas de COVID con resultado positivo ha alcanzado el 7% esta semana, frente al 1% de las pruebas realizadas hace 30 días.